La flota participante en la regata de altura más larga de la Península, la Regata Mar de Maeloc Xacobeo 21-.22 que organizan el club vasco de referencia, el Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club y el gallego de la zona norte, el Real Club Náutico de La Coruña; se encontraba al borde del atardecer a unas 30 millas de Gijón con un considerable retraso sobre el horario previsto, a pesar de que la velocidad media de la flota había aumentado de los 3 nudos de la jornada del miércoles, a los 4,5 del jueves.
La cabeza de regata, en tiempo real, se encontraba en la vertical de Llanes, con el Gómez Mostly de Andres Soto a 170 millas de la llegada en la bahía coruñesa, seguido muy de cerca (a menos de media milla) por el precioso barco del Bahía de Gijón, el Antílope-Lener, con José Luis Alonso a la caña y un poco más atrás a una milla del líder cerraba el triunvirato de vanguardia, el cántabro Mylla de Javier Sánchez, del Real Club Marítimo de Santander.
En esos momentos el viento del noroeste de algo más de cinco nudos de velocidad, lo que provocaba que las velocidades de los participantes estuvieran entre los 4 y los 6 nudos. El más lento era Gómez Mostly con 4 clavados, y el más rápido era por el norte de la flota el Uso Vela,de Gonzalo Chávarri, del Marítimo del Abra, que alcanzaba los 5,5 nudos de velocidad.
Es preciso resaltar que el barco con más mujeres a bordo de la regata es el vizcaíno Uso Vela, de Gonzalo Chavarri, abanderado en el Marítimo del Abra: concretamente la co-patrona Carmen Galdós y la tripulante Pilar Morquillas. Begoña Landaluce es la tercera que navega en el Begonia Maitea. Por otra parte está en regata todo un ilustre: Alvaro Basterra, que fuera capitán del Fortuna,en la Regata Vuelta al Mundo. Está de patrón del Chicharro y amén de regatear es el máximo responsable de salvamento de esta Mar de Maeloc Xacobeo 21-22
Siguiendo con las posiciones de la flota dos de los favoritos: los santanderinos Aizen de Gustavo Arce y el Impredigital (que ha ganado este año casi todo, la Costa Vasca incluída) de Emigdio Berdía estaban un poco rezagados de cabeza, a unas dos millas hacia tierra. No obstante son distancias subsanables, pues faltan todavía muchas millas hasta la capital gallega, donde la flota debe llegar el sábado a no ser que varíen drásticamente las condiciones meteorológicas, que lo permiten.